
Agricultores, ganaderos, y gerentes de hoteles y restaurantes respiraron aliviados recientemente cuando Donald Trump ordenó una pausa en las redadas migratorias que estaban afectando a esos sectores y asustando a trabajadores nacidos en el extranjero que abandonaban sus empleos.
“Finalmente había una sensación de calma”, dijo Rebecca Shi, directora ejecutiva de la Coalición Empresarial Estadounidense para la Inmigración.
Ese respiro no duró mucho.
El 18 de junio, la subsecretaria del Departamento de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin, declaró: “No habrá lugares seguros para las industrias que alberguen criminales violentos o que intencionalmente traten de socavar los esfuerzos de (aplicación migratoria). La aplicación de la ley en los lugares de trabajo sigue siendo una piedra angular de nuestros esfuerzos para proteger la seguridad pública, la seguridad nacional y la estabilidad económica”.
El cambio repentino desconcertó a las empresas que intentan descifrar cuál es la verdadera política del gobierno, y Shi dijo que ahora “hay nuevamente miedo y preocupación”.
“Así no se puede administrar un negocio cuando tus empleados están en este nivel de estrés y trauma”, dijo.
Trump hizo campaña con la promesa de deportar a millones de inmigrantes que trabajan ilegalmente en Estados Unidos — un tema que por mucho tiempo ha movilizado a su base republicana. La represión se intensificó hace unas semanas cuando Stephen Miller, subjefe de gabinete de la Casa Blanca, impuso a la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) una cuota de 3,000 arrestos diarios, frente a los 650 al día durante los primeros cinco meses del segundo mandato de Trump.
De pronto, ICE parecía estar en todas partes. “Vimos agentes de ICE en granjas, apuntando rifles de asalto a las vacas y llevándose a la mitad de la fuerza laboral”, dijo Shi, cuya coalición representa a 1,700 empleadores y apoya una mayor inmigración legal.
Una redada de ICE dejó a una lechería en Nuevo México con solo 20 trabajadores, en lugar de los 55 que tenía antes. “No se puede apagar a las vacas”, dijo Beverly Idsinga, directora ejecutiva de Dairy Producers of New Mexico. “Hay que ordeñarlas dos veces al día, alimentarlas dos veces al día.”
Claudio González, chef en Izakaya Gazen, en el distrito de Little Tokyo en Los Ángeles, dijo que muchos de sus trabajadores hispanos, estén legalmente en el país o no, han estado faltando al trabajo recientemente por temor a ser blanco de ICE. Su restaurante está a pocas cuadras de un grupo de edificios federales, incluido un centro de detención de ICE.
“A veces tienen demasiado miedo para presentarse a su turno”, dijo González. “Sienten que esto tiene que ver con el color de piel.”
En algunos lugares, el problema no es ICE, sino los rumores sobre ICE. Durante la temporada de cosecha de cerezas en el estado de Washington, muchos trabajadores nacidos en el extranjero están evitando los huertos tras escuchar reportes sobre redadas migratorias inminentes. Una operación que normalmente emplea a 150 recolectores tiene ahora solo 20. No importa que en realidad no haya habido señales de ICE en los huertos.
“No hemos oído de ninguna redada real”, dijo Jon Folden, administrador de huertos para la cooperativa agrícola Blue Bird en el valle del río Wenatchee, en Washington. “Hemos oído muchos rumores.”
Jennie Murray, directora ejecutiva del grupo defensor Foro Nacional de Inmigración, dijo que algunos padres inmigrantes temen que sus lugares de trabajo sean allanados y que ICE los arreste mientras sus hijos están en la escuela.
Ellos se preguntan, dijo: “¿Debo ir a trabajar y arriesgarme a que mi hijo de segundo grado baje del autobús escolar y no tenga un padre que lo críe? Tal vez no debería ir a trabajar.”
Las historias de terror fueron transmitidas a Trump, miembros de su administración y legisladores en el Congreso por grupos de defensa empresarial y de reforma migratoria como la coalición de Shi. El 12 de junio, Trump publicó en su plataforma Truth Social que “Nuestros grandes agricultores y la gente en el negocio hotelero y de ocio han dicho que nuestra política migratoria muy agresiva está alejándoles a trabajadores muy buenos y de largo plazo, con empleos que son casi imposibles de reemplazar.”
Una redada de ICE dejó a una lechería en Nuevo México con solo 20 trabajadores, en lugar de los 55 que tenía antes. “No se puede apagar a las vacas”, dijo Beverly Idsinga, directora ejecutiva de Dairy Producers of New Mexico. “Hay que ordeñarlas dos veces al día, alimentarlas dos veces al día.”
Claudio González, chef en Izakaya Gazen, en el distrito de Little Tokyo en Los Ángeles, dijo que muchos de sus trabajadores hispanos, estén legalmente en el país o no, han estado faltando al trabajo recientemente por temor a ser blanco de ICE. Su restaurante está a pocas cuadras de un grupo de edificios federales, incluido un centro de detención de ICE.
“A veces tienen demasiado miedo para presentarse a su turno”, dijo González. “Sienten que esto tiene que ver con el color de piel.”
En algunos lugares, el problema no es ICE, sino los rumores sobre ICE. Durante la temporada de cosecha de cerezas en el estado de Washington, muchos trabajadores nacidos en el extranjero están evitando los huertos tras escuchar reportes sobre redadas migratorias inminentes. Una operación que normalmente emplea a 150 recolectores tiene ahora solo 20. No importa que en realidad no haya habido señales de ICE en los huertos.
“No hemos oído de ninguna redada real”, dijo Jon Folden, administrador de huertos para la cooperativa agrícola Blue Bird en el valle del río Wenatchee, en Washington. “Hemos oído muchos rumores.”
Jennie Murray, directora ejecutiva del grupo defensor Foro Nacional de Inmigración, dijo que algunos padres inmigrantes temen que sus lugares de trabajo sean allanados y que ICE los arreste mientras sus hijos están en la escuela.
Ellos se preguntan, dijo: “¿Debo ir a trabajar y arriesgarme a que mi hijo de segundo grado baje del autobús escolar y no tenga un padre que lo críe? Tal vez no debería ir a trabajar.”
Las historias de terror fueron transmitidas a Trump, miembros de su administración y legisladores en el Congreso por grupos de defensa empresarial y de reforma migratoria como la coalición de Shi. El 12 de junio, Trump publicó en su plataforma Truth Social que “Nuestros grandes agricultores y la gente en el negocio hotelero y de ocio han dicho que nuestra política migratoria muy agresiva está alejándoles a trabajadores muy buenos y de largo plazo, con empleos que son casi imposibles de reemplazar.”
Paul Wiseman
Associated Press
WASHINGTON, DC
Damian Dovarganes (AP)